Un avión de las Aerolíneas Etíopes, que hace la ruta entre Adís Abeba y Nairobi, es secuestrado por tres etíopes que solicitan asilo político en Australia. El piloto les advierte que no tienen suficiente combustible para llegar al destino. Los secuestradores hacen caso omiso, por lo que el avión termina estrellándose cerca de las islas Comores en el Océano Índico, al pararse sus motores. Fallecen 123 personas de las 175 que viajan en el avión.
(Hace 27 años)