En Yugoslavia, Josip Broz, más conocido como Tito, es declarado Presidente vitalicio de la República, ejerciendo el poder de forma dictatorial al eliminar a la oposición. Rechazará seguir las directrices marcadas desde Moscú y dirigirá el país siguiendo su propio estilo de comunismo moderado, lo que, finalmente, le granjeará un cierto respeto y reconocimiento, tanto de Moscú como de Washington. Su dictadura se prolongará hasta su muerte en 1980, a los 88 años.
(Hace 61 años)