Con el fin de tratar de parar al ejército mongol en su avance por Europa, Enrique II, duque de Silesia, al mando de una tropa de unos 25.000 soldados, se dirige a una amplia llanura al sur de Liegnitz, un lugar llamado Walstadt (Polonia). Los mongoles, bajo el mando de Baidar, los están esperando. Unas horas más tarde, el ejército del duque será totalmente aniquilado y éste intentará huir del campo de batalla con tres de sus escoltas. Uno a uno, sus escoltas caerán bajo las flechas mongolas. El duque perderá a su caballo e intentará seguir a pie, pero será capturado, asesinado y decapitado. Al final de la jornada, la cabeza del duque en lo alto de una lanza, será exhibida alrededor de las murallas de Liegnitz. A pesar de la victoria mongola su inestabilidad interna les impidirá seguir avanzando y éste será el lugar más a occidente que alcanzarán en Europa. (Hace 783 años)