Los Augustos Diocleciano y Maximiano abdican, ya que la Tetrarquía (dos césares y dos Augustos dirigiendo un imperio dividido en cuatro partes) exige que cada Augusto renuncie al poder a los 20 años para cederlo al César quien ocupará el cargo de Augusto y nombrará un nuevo César. De esta manera se garantiza el orden de sucesión y se eliminan las usurpaciones. Diocleciano, ya dedicado a su vida privada, rechazará las invitaciones de Maximiano para intervenir en la grave crisis manifestada tras su retirada, que conducirá en breve a la guerra civil entre sus sucesores. (Hace 1719 años)