En la Batalla de Tagina, en Italia, fuerzas bizantinas, bajo el mando de Narsés, derrotan a los ostrogodos de Totila. En el transcurso de la misma el rey Totila resulta herido de muerte. Tras esta batalla se perseguirá a los godos supervivientes y los bizantinos de Narsés se incorporarán al Imperio romano de Oriente como exarcado, siendo el propio Narsés nombrado exarca (gobernador) del territorio. Roma, desgastada por veinte años de luchas, dejará de ser la ciudad referente del mundo Mediterráneo y los ostrogodos jamás lograrán recuperar su poderío. (Hace 1470 años)