En las cercanías del pueblo de Bouvines, en Flandes (actual Francia) tiene lugar la Batalla de Bouvines, decisivo choque militar entre el ejército francés y los ejércitos de una coalición de potencias europeas, lideradas por el excomulgado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Otón IV, por su tío el rey inglés Juan Sin Tierra, por Fernando, conde de Flandes, y por otros príncipes de menor entidad que han decidido poner freno al creciente poderío de Francia. El rey Felipe II de Francia, comandante del ejército francés, recibe el apoyo de Federico de Hohenstaufen, rival de Otón IV y pretendiente al trono imperial, al que apoya el Papa. Las tropas francesas, a pesar de ganar la batalla, tendrán que soportar, al igual que las tropas de coalición, miles de bajas. Tras la batalla, al año siguiente, Federico de Hohenstaufen será coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Federico II, y Francia seguirá extendiendo su dominio hasta convertirse en una de las primeras potencias de Europa. Para Juan Sin Tierra de Inglaterra la derrota también tendrá consecuencias: se verá obligado a firmar la Carta Magna el 15 de junio de 1215, al ser incapaz de resistir por más tiempo la rebeldía de sus nobles, debido a lo elevado de los impuestos que tienen que pagar y a la forma despótica en que ha venido ejerciendo los privilegios de su cargo a lo largo de los últimos años. (Hace 810 años)